Acaba de salir al mercado Vida Latina, la primera cerveza de ágave, una experiencia artesanal para sibaritas y muy saludable, ya que sólo tiene 38 calorías por botella, muchísimo menos que lo habitual. Desde el primer sorbo se nota que es diferente, auténtica, natural, y quizás sea porque no tiene gluten entre sus ingredientes, lo que la hace apta para celíacos.
No se trata de un ensayo pasajero para quienes no les guste la cerveza; sino que lo importante en esta bebida es el sabor, conseguido tras una refinada pero natural destilación de azúcares y lúpulo que se adapta totalmente a nuestras a los gustos más exquisitos. Tiene cierto toque dulzón que recuerda de un modo muy suave a los tequilas y los mescales más perfumados.
El hecho de que no contenga gluten, la convierte además en la perfecta compañera para todos los bon vivants, incluso aquellos que prefieran probar su versatilidad y combinarla en un cóctel.
El recetario que se deriva del ágave daría para varios libros y tiene vida propia en la tradición mexicana. El ágave es una planta natural de México, donde se las han arreglado para sacarle todo el partido imaginable.
Sirope, aguamiel, mezcal, incluso papel o clavos obtenidos a partir de sus agujas. Las dulces propiedades del néctar del ágave azul lo han convertido en una exclusiva alternativa a la miel, una alternativa al azúcar común, mucho más potente aunque con menor índice glucémico.
Su destilación hasta cobrar esta nueva forma, y el resultado ha sido original, innovador y muy mexicano. Su fermentación es lenta y se elabora en pequeñas cantidades, lo que permite poner el énfasis en la calidad.
Los elaboradores de Vida Latina han preferido no devaluar la marca porque valoran la experiencia de beber algo distinto, único, pero sobre todo bueno.