La enfermedad celíaca aboca a realizar desembolsos en alimentación superiores en un 260 % a los del resto de consumidores, ya que sólo enfrentándose a precios notablemente elevados pueden adquirir productos sin gluten.
Los altos precios que deben pagar por productos sin gluten es una de las principales trabas con las que se encuentra este colectivo, y la que más preocupación causa a los enfermos, máxime en época de crisis económica, por lo que reivindican una mayor igualdad en la restauración sin gluten.
El sobrecoste que deben pagar anualmente estos enfermos por hacerse con alimentos sin gluten, que supone, de media, un desembolso añadido de 1.525 euros al año con respecto a una cesta de compra normal, a lo que se suma la falta de ayudas económicas por parte de la Administración, según critican diversos colectivos, para hacer frente a esta enfermedad.
El producto por el que un celíaco debe pagar más es el pan rallado sin gluten (cuesta 12,35 euros el kilo, un 956,36 % más que el normal -1,29 euros-). Le siguen otros como los fideos, el pan tostado o las galletas aptas para estos enfermos, cuyos precios suponen un coste añadido del 731,76 %, 638,41 % y 616,97 %, respectivamente, si se comparan con los que contienen gluten.
