El último grito entre las celebridades del mundo del espectáculo es prescindir de alimentos que contienen gluten. Lady Gaga, Kim Kardashian, Gwyneth Paltrow, Victoria Beckham o Rachel Weisz han caído en la tendencia y han arrastrado con ellas a hombres y mujeres en todo el planeta, generando un boom en la industria alimentaria sin precedentes.
La dieta sin gluten ha conocido un aumento exponencial durante los últimos años, a pesar de que, según señalan los expertos, su utilidad como dieta de adelgazamiento es discutible... Y es que la nueva moda en tratamientos de peso es la de adoptar la misma alimentación que los celíacos, pero sin padecer dicha dolencia, a partir de la idea de que su eliminación favorece el adelgazamiento.
Recientemente, según publicaba infoceliaco.com, la joven cantante Miley Cyrus, señalaba que era celíaca, y que recomendaba la dieta a todo el mundo porque produce “unos cambios impresionantes en la piel y en tu salud física y mental”; y el tenista Novak Djokovic aseguraba que el régimen sin gluten le ha ayudado a mejorar su rendimiento deportivo.
Según cuenta a El Confidencial la doctora Marta Cuervo, dietista y nutricionista de la Universidad de Navarra, “si el objetivo de esta dieta es la pérdida de peso, tiene muy poca base científica”, algo en lo que se muestra de acuerdo el presidente de la Fundación de Alimentación Saludable, Jesús Román Martínez, quien afirma que “las recomendaciones para evitar el gluten por diferentes causas, un tanto fantasmagóricas y ligadas a las modas, no cuentan con ningún respaldo científico contrastado ni puede recomendarse para la población en general”. Además, señala que “per se, no es adelgazante”, y que “como todas las dietas, puede servir para adelgazar si aporta menos energía (calorías) que las que el individuo consume a diario”.
Un reciente artículo publicado en The Sunday Times ponía de manifiesto que la mayor parte de productos que han aparecido en el mercado y que se presentan como “libres de gluten”, sin embargo, poseen un alto número de grasas, por lo que engordarían aún más que sus equivalentes con gluten. La razón aducida en el artículo es que la elimiación del gluten provoca un cambio en el sabor que ha de compensarse a través de otros componentes, como por ejemplo, la grasa.
La doctora Marta Cuervo señala que, a diferencia de otras dietas milagro semejantes, “las consecuencias son menos perjudiciales”, ya que “no se eliminan grupos básicos de alimentación, sino que aún se mantienen algunos cereales, alimentos como el arroz o el maíz”.
Por su parte, la doctora Gómez Candela se muestra de acuerdo y señala que “esta dieta puede aguantarse durante bastante tiempo”, y que “en el corto plazo no mostrará ningún efecto secundario, aunque sí en el largo”.