La mayor parte de los padres y pediatras no están aplicando aún las recomendaciones científicas sobre la introducción del gluten (cereales) en la dieta de los bebés, ya que en lugar de hacerlo entre los 4 y 6 meses de vida, y a ser posible mientras el niño o la niña están lactando, se suele retrasar hasta pasados los siete meses de edad.
Es la conclusión principal del trabajo denominado "Adecuación de los hábitos de introducción del gluten a las recomendaciones actuales" firmado por los pediatras Marugán de Miguelsanz, del Clínico Universitario de Valladolid y Carlos Ochoa Sangrador, del Complejo Asistencial de Zamora, realizado con la ayuda de la red de Red de investigación de la Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León.
Ochoa ha explicado que a raíz de la publicación del estudio las cosas posiblemente hayan cambiado y haya un mayor porcentaje de padres y pediatras que se están adaptando a las recomendaciones.
Cuenta el diario La Opinión de Zamora que en enero de 2008, el Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (Espghan) publicó unos comentarios sobre alimentación complementaria, donde se recomendaba la introducción de gluten en la dieta del lactante sano entre los 4 y 6 meses de vida, en pequeñas cantidades progresivamente crecientes y, siempre que sea posible, mientras el niño recibe aún lactancia materna.
Esto se basa en la hipótesis de que en algún momento del crecimiento los humanos pueden perder su capacidad para el desarrollo de tolerancia oral a antígenos nuevamente introducidos en la dieta.
En el estudio realizado por los especialistas de Valladolid y Zamora, colaboraron 46 pediatras o enfermeros de pediatría de centros de salud de Asturias y 6 provincias de Castilla y León, que recogieron un total de 1.015 encuestas, con una edad media de los niños encuestados de 14,8 meses.
Había recibido lactancia materna el 86,1 % de los niños, con una duración media de 6,88 meses. De los niños recogidos en el estudio, el 7 % refería tener o haber tenido alergia o intolerancia alimentaria (3,6 % a las proteínas vacunas, y un 1,1 % al gluten, entre otras), y un 0,4 % estar diagnosticados de enfermedad celiaca (cuatro niños).
La introducción de cereales en la dieta, bien el forma de polvos para el biberón, de pan o de galletas, se produjo a los 6,99 meses de vida del bebé. Solo el 45,1 % de los niños introdujo el gluten entre los 4-6 meses (antes de cumplir los 7), el 0,2 % antes de los 4 meses, y un 54,7 % después de cumplir 7 meses.
Por otra parte, solamente lo hace entre los 4-6 meses y además coincidiendo con el mantenimiento de la lactancia materna. Los cuatro niños diagnosticados de enfermedad celíaca lo habían introducido en todos los casos después de cumplir los 7 meses.
El resto de alimentos muestran una introducción en la dieta del lactante en general acorde con las recomendaciones más actuales de la misma. Las variables realmente ligadas a un menor cumplimiento de la introducción entre 4-6 meses son madres de edad igual o superior a 35 años antecedentes familiares de enfermedad celíaca y lactancia materna.
Sin embargo, para la recomendación de introducción entre 4 y 6 meses y coincidiendo con la lactancia al pecho, la única variable asociada, al margen de la lactancia materna, fue que la madre tuviera estudios universitarios.