Hasta el 25 % de los nuevos casos de ceiaquía ocurre en personas mayores de 60 años, al tiempo que el 20 % ocurre en personas que superan los 65, y hasta el 4 % en individuos de más de 80 años, con lo que queda demostrado que esta patología puede aparecer en personas de edad avanzada, a pesar de haber tenido una tolerancia normal durante su vida a la ingesta del gluten.
Según asegura al diario La Razón el Dr. Sergio Farrais, médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, ser diagnosticado de celiaquía pasados los 60 años es frecuente y «no indica necesariamente el descubrimiento tardío de la enfermedad celiaca, ya que pueden ser pacientes que acaban de desarrollar esta dolencia».
La razón está en que puede desencadenarse en personas con predisposición genética que consuman gluten, pero no hay una única explicación. «El aumento de la incidencia a estas edades se debe a factores como los cambios en la cantidad y calidad del gluten ingerido, en los patrones de alimentación, infecciones intestinales e incluso alteraciones de la microbiota», asegura el especialista, quien apunta como otro factor que «en el adulto la celiaquía se suele manifestar con síntomas muy inespecíficos y leves que pueden hacer que el diagnóstico se retrase años».
Aumentar la edad es sinónimo de incrementar el riesgo de sufrir otras enfermedades, y eso se convierte en un mal compañero de viaje también ante la celiaquía. De hecho, existen una serie de patologías autoinmunes tales como la diabetes tipo 1, la enfermedad tiroidea, o el déficit selectivo de IgA, y de síndromes como el de Down o el de Turner, en los que la probabilidad de desarrollar enfermedad celíaca es mayor.
El doctor Farrais, ha explicado que "esto se debe principalmente a que comparten predisposición genética y a que tienen mecanismos autoinmunes similares», por lo que recomienda que «en este grupo de personas hay que descartar la celiaquía, aunque no se tengan signos y síntomas que nos hagan sospechar en ella. Además, habrá que hacer un seguimiento porque podría aparecer a cualquier edad y en cualquier momento».
Además de que existan patologías de base que aumenten la posibilidad de ser celíaco, también sucede que esta enfermedad agrave otros problemas de salud previos. «La celiaquía puede empeorar patologías como la ataxia cuando esta es inducida por el gluten, si las lesiones son irreversibles no se produce mejoría al realizar dieta sin gluten. La dermatitis herpetiforme es la manifestación cutánea más frecuente y suele ser más común en adulto que en la infancia. Suele mejorar al realizar dieta sin gluten. Por su parte, la anemia ferropénica también es una manifestación frecuente en el adulto que mejora al realizar dieta sin gluten», aclara por su parte Juan María Vázquez Morón, miembro del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Huelva.
Con todo, tal y como advierte Farrais, «la celiaquía controlada, es decir, con una dieta estricta sin gluten y sin transgresiones, basada en productos naturales libre de gluten (evitando abusar de ultraprocesados y productos específicos) no tiene por qué empeorar o influir de manera negativa en otras enfermedades».
Tal y como ha sucedido en la mayoría de patologías, la pandemia también ha provocado el retraso del diagnóstico de la enfermedad celíaca durante los últimos meses, de forma que «probablemente la situación actual ha causado que muchos pacientes no hayan acudido a los centros sanitarios para ser valorados y estudiados a pesar de tener síntomas que pudieran ser compatibles», ha reconocido Vázquez Morón, que ha advertido de que esto ha variado mucho «dependiendo de cada país, de cada región e incluso de cada hospital». En este sentido Farrais, ha recordado que «en la Fundación Jiménez Díaz prácticamente no lo hemos notado porque la actividad asistencial y endoscópica para llegar al diagnóstico de la celiaquía y de otras enfermedades se ha retomado desde que ha sido posible, siempre siguiendo estrictos protocolos para prevenir el contagio por el SARS-CoV-2, y evitando el retraso en el diagnóstico de toda la patología no relacionada con la Covid-19".