En las tradicionales ferias populares navarras, los asistentes pueden disfrutar de los talos, un sencillo pero deliciosos alimento a base de maiz y sin gluten entre sus ingredientes que sació muchas hambres y ahora se ha convertido en un producto gourmet, a prueba de los mejores paladares.
Por este motivo, Kristina Saralegi ha comenzado a comercializar talos envasados al vacío un producto que ya se puede adquirir en algunos mercados navarros, así como en diferentes establecimientos de la cuenca de Pamplona.
"Poco a poco vamos entrando y esperamos llegar a más tiendas y grandes superficies", ha asegurado esta emprendedora, que explica que comenzó con este proyecto hace dos años, y durante el confinamiento los puso a la venta, a través de Baserritik Etxera, una iniciativa puesta en marcha por el Ayuntamiento de Leitza para ayudar a los productores y productoras de la zona al tiempo que se acercaba a la ciudadanía productos de calidad.
El talo estaba sin identificar y ha sido necesario hacerle el DNI, ha explicado la emprendedora, que ha destacado que "ha habido que hacer mucho papeleo y muchas pruebas. Quería que fuera lo más natural posible pero con todas las garantías necesarias", al tiempo que muestra su satisfacción por haber conseguido lo que buscaba: un talo de calidad que supera la prueba de fuego, es decir, abombarse cuando se pasa por una sartén caliente.
Kristina ha destacado que lo principal es la materia prima, un maíz cultivado en casa, en los campos que rodean el caserío familiar. Además, han recuperado la semilla de su tatarabuelo. "El año pasado comenzamos a sembrar nuestro maíz y estuvimos buscando una buena semilla en Leitza. Una señora del pueblo se enteró y me llamó para darme semillas de nuestra casa, que le había dado mi tatarabuelo. Me dijo que sentía en la obligación", ha recordado.
"Pensamos que dentro de tres años todo el maíz que cultivemos será de éste", ha aventrado, al tiempo que explicaba que para que la trazabilidad de su producto sea total, han construido un molino.
Los talos se venden en envase de 3 y 5 unidades, con una caducidad de un mes. "Estamos trabajando para conseguir que sea de dos meses", observa, al tiempo que ha destacado la buena acogida que han tenido: "el otro día me dijo uno que estaban muy buenos con ajoarriero", recuerda, al tiempo que señala que es un alimento apto para celíacos, al estar elaborados livres de gluten, y que combina con todo. "Están deliciosos con txistorra, setas, gulas, verduras€ diferentes texturas y sabores. Son los burritos vascos", afirma esta emprendedora.