Zamora ha vivido recientemente el adiós por jubilación de otro de sus locales emblemáticos y absoluta referencia para los celíacos de la localidad: la Pastelería Leandro, que ha cerrado por jubilación después de que hace algunos meses, su propietario propusiera el traspaso del negocio, por si algún zamorano quería hacerse cargo del mismo.
Los dulces de la Pastelería Leandro han sido uno de los clásicos de la ciudad, desde sus cañas zamoranas a sus roscones de Reyes, de manera que los zamoranos ya no podrán acercarse hasta el Pasaje de Olmeo para disfrutar de los buñuelos o de los dulces para celiacos, porque el establecimiento ha cerrado sus puertas por jubilación.
La familia, que durante tantos años ha atendido a los zamoranos tras el mostrador y que, además, en 2011 apostó por rejuvenecer el aspecto de la tienda, cerrando durante cerca de un mes sus inslataciones para ofrecer un trato mas acorde a los nuevos tiempo, ha puesto fin a la creación de sus dulces por jubilación del propietario.
Hace meses pusieron el negocio en venta por si algún zamorano quería continuar con la tradición de una de las pastelerías mas emblemática de la ciudad, pero no encontró un comprador, por lo que Leandro abrió sus puertas por última vez el pasado domingo.
Pastelería Leandro fue hace ya casi una década, pionera en la elaboración de dulces artesanales para celíacos, un servicio bastante demandado por los zamoranos que sufren esta enfermedad, y que disfrutaban del sabor de estos productos sin riesgo para su salud.