El Jardín de Diana, ubicado en la décima planta del hotel Hyatt Centric Gran Vía de Madrid es una nueva terraza con espacio gastronómico que, a parte de convertirse en lugar de encuentro de moda, adapta la mayoría de sus platos a los celíacos, apostando por convertirse en un establecimiento de referencia para ellos, con una estupenda relación precio calidad.
Regentado en el ámbito gastronómico por Raúl Gordillo, que ha trabajado en cocinas madrileñas como las del Hotel Urban, el Cheese Bar, Viridiana o Marieta, el hotel está situado en un edificio proyectado en 1925 por el arquitecto José Miguel de la Quadra Salcedo, y cuenta con un restaurante llamado Hielo y Carbón ubicado en la primera planta y que ofrece un menú ejecutivo por 15 euros para degustar de lunes a viernes en su preciosa azotea, junto a las cúpulas y esculturas de Diana Cazadora y los perros.
En este nuevo menú, que por el momento estará todo el verano, ofrecen a elegir entre tres primeros, tres segundos y dos postres más un refresco, procurando cambiarlo cada dos o tres días para que el público no se canse, y con el que pretenden satisfacer las necesidades del cliente interno del hotel, y además atraer al resto del público, madrileño o no. La idea es tomar un menú del día saludable, a buen precio y en una terraza de un hotel cinco estrellas.
Y esto lo cosiguen con una mezcla de platos tradicionales caseros como el gazpacho o las croquetas de cecina, pescados de temporada y dándole una vuelta a clásicos. De esta manera, los clientes de fuera pueden probar platos de la gastronomía madrileña, pero también alguna elaboración internacional, siempre manteniendo el equilibrio, y además, con numerosas opciones para celíacos elaboradas a basde de platos sin gluten entre sus ingredientes. En este sentido, Gordillo explica que "procuramos tener siempre numerosas opciones en el menú para personas celiacas y veganas”.
En la terraza han destinado una zona techada para los almuerzos y algunas mesas cercanas para quienes deseen comer al sol. Para disfrutar de esta experiencia entre semana y sentirse de vacaciones en el corazón de la Gran Vía lo mejor es reservar, pues se ha convertido en un sitio de koda y no es fácil encontrar mesa.