La periodista viguesa Belén Bobo y el diseñador Jandro Villa gestionan en Vigo Botánica, un restaurante con un concepto que ensalza el bocata y lo coloca en el lugar que merece hasta elevarlo a los altares de la comida rica y sana cuando está hecha con calidad y cariño. Y como no podía ser de otra forma, una de sus señas de identidad es la elaboración de sandwiches sin gluten que hacen las delicias de los celíacos de la ciudad.

El asunto no va de juntar dos rebanadas de pan común y meter dentro un loncheado, sino de crear un espacio con personalidad: "para nosotros era como un mantra: que no se pareciese a nada de lo se está haciendo, ni bombillas de filamentos, ni suelo de baldosa hidráulica ni espacios logotipados patrocinados", ha explicado Jandro.

Todos los negocios de hostelería que han tenido estos emprendedores siempre han estado adelantados en cuanto al concepto de comida y de local. "Cuando empiezo pienso en ofrecer algo nuevo, sencillo, diferente, y siempre, acogedor", ha asegurado la periodista curtida en el sector, que hace 10 años abrió el primer restaurante japonés de la ciudad, el Vigo Kyoto, y más tarde, dos restaurantes más y luego otros tres en Madrid.

El concepto gastronómico lo tienen muy claro, y lo resumen con un ejemplo: "poder tomarme un sándwich de tataki en un lugar agradable, rodeado de plantas y que transmite frescura", aunque matizan que aunque Botánica remite a lo verde, no se limita a lo vegetariano y a los productores de cercanía que les suministran: "va más allá, de forma que pueda disfrutarlo un vegano, un vegetariano un carnívoro o un celíaco".

Los impulsores del negocio afirman que "hay opciones para todos porque desde que llega a cocina esa información se adapta", para añadir tajantes que "no tener gluten en el 99 % de los productos que usamos no deja de ser sano para unos y otros".

Cuenta el diario La Voz de Galicia que el vigués aprendió todo lo que sabe de fogones con su abuela, Lola, "que tiene 90 años y sigue siendo la que cocina en casa".

"El sándwich bar es un concepto supercomún en toda Europa pero en España hay muy poco. La hamburguesa está muy bien pero ya cansa y el bocadillo ofrece un abanico creativo mucho más amplio", indica la viguesa que, como en sus inicios, ha vuelto a apostar por el pujante y muy poblado barrio de Casablanca, un poco por casualidad, ya que estaba buscando un local para un proyecto solidario de un amigo y por el camino se le cruzó el que finalmente se convirtió en Botánica.

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