La Fundación Jiménez Díaz ofrece a sus pacientes un linfograma intraepitelial de forma habitual en el proceso diagnóstico de la enfermedad celíaca, habiéndolo realizado ya a más de 700 pacientes. "A pesar de las dificultades logísticas que implica, nosotros estamos implementando en la mayoría de casos de sospecha de enfermedad celiaca porque supone un ahorro en el número de exploraciones y una mejora de la eficacia diagnóstica”, ha explicado Sergio Farrais, responsable de la Unidad de Enfermedad Celíaca de este hospital.

La citometría de flujo de la biopsia duodenal permite estudiar las subpoblaciones de linfocitos en la mucosa del intestino, que se ha comprobado que tienen un patrón específico en los celiacos. Es especialmente útil en pacientes que han dejado parcial o totalmente el gluten antes de iniciar el diagnóstico y no desean o no pueden reintroducirlo, en pacientes con anticuerpos negativos y en pacientes sin atrofia, pero con daño intestinal, ya que ayuda a diferenciar si éste es producido por el gluten o por otras causas.

Cuenta el portal Redacción Médica que de esta manera, se suma a la batería de pruebas disponibles para el diagnóstico de la celiaquía. "El diagnóstico en muchos casos es complejo y necesitamos ayudarnos de varios estudios", ha señalado en este sentido el especialista, añadiendo que "ninguna de las pruebas por sí solas nos da un diagnóstico de certeza y esta nueva técnica, junto con los anticuerpos, el estudio genético y la biopsia intestinal, nos ayudará a diagnosticar a nuestros pacientes, reduciendo el tiempo y el número de exploraciones".

Farrais ha explicado que "la sospecha clínica y el diagnóstico precoz es el principal reto para los profesionales sanitarios", para añadir que la enfermedad celíaca "ha pasado de ser una patología intestinal poco frecuente típica de la infancia a una enfermedad con múltiples presentaciones y que puede afectar a personas de todas las edades".

"En los adultos el diagnóstico es especialmente difícil, ya que en muchas ocasiones no se sospecha, se puede debutar con síntomas no digestivos, las manifestaciones digestivas suelen ser inespecíficas y superponibles a otras patologías digestivas funcionales, el daño histológico puede ser leve y similar al que aparece en otras enfermedades y los anticuerpos suelen ser más bajos que en la edad pediátrica, o incluso en algunos casos negativos", apunta Farrais.

En este sentido, es importante dar con un profesional médico familiarizado con esta patología y con sus procedimientos diagnósticos que, además, realice un correcto y estricto seguimiento de la misma. “Ante la duda, hay que consultar con un especialista y, sobre todo no dejar nunca el gluten si no es por indicación de él, ya que hacerlo por decisión propia lo único que va a hacer es dificultar el diagnóstico”, ha concuido el especialista.

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