La localidad levantina de Almassora repartió más de 1.000 kilos de caramelos sin gluten durante el tradicional pregón de fiestas de Santa Quitéria, un acto que movilizó a 23 carrozas y a más de 800 vecinos que tomaron parte directa en su desarrollo.
Los asistentes estuvieron acompañados durante el recorrido por tres grupos de animación que amenizaron el vistoso desfile. “Se trata de una cita con la tradición, con nuestros orígenes, con nuestra identidad”. Una muestra que, tal y como señaló el regidor de Fiestas, Arturo Soler, “moviliza a centenares de vecinos que participan de forma directa en el desfile y a miles de ciudadanos que se agolpan en las calles para vivir este pregón multitudinario”.
La Sección de Tambores y Bombos fue la encargada de abrir el grupo especial del pregón, en el que participarán los alumnos de la Escuela de Bombos y Tambores, los parvularios Tot un Món, Sol Solet, El Bres y La Llimeta, junto a la Escuela Infantil San José.
El pregón dio paso a la sección costumbrista, en la que los miembros del Grup Scout Tramuntana fueron los encargados de abrir el pasacalle con la tradicional caldera. El grupo de animación Tiempos Medievales precedió la carroza del alfarero, quien a lo largo de todo el desfile se encargó de elaborar pequeñas figuras que repartió entre el público asistente al pregón.
El desfile lo cerró la Junta Local de Fiestas que, subida en una carroza, elaboró la caldera con el tradicional arroz seco de Santa Quitéria, un plato que distribuyó a lo largo del recorrido entre el público asistente, y que cerró, con clarines y pregonero, un pregón coronado por la carroza de la reina de las fiestas y su Corte de Honor.