La primera vez en lo que va de crisis que los empleados del Ayuntamiento de Málaga notaron la tijera en sus nóminas fue en 2010 con la rebaja del 5 % aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Una vez abierta esa puerta, le han seguido varios años de congelación salarial, la eliminación de la paga extra de Navidad en 2012 o la reducción de los días de libre disposición decretadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Se trata de una batería de recortes que han afectado al ámbito de la salud, y que en el caso de los celíacos se han quedado en recorte en vez de eliminación. De esta manera, los funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento de Málaga pasarán a recibir un total de 104 euros al año como ayuda para la alimentación de enfermos celíacos.
Durante todo el año se han recortado en esta institución en un 10 % los complementos de productividad, nocturnidad o festividad y las horas extras, además de dejar a la mitad el paquete de prestaciones sociales y sanitarias, como las previstas para gafas (ahora en un máximo de 56 euros), lentillas (33,5), tapones para los oídos (17), empastes dentales (14 por pieza), ortodoncias (295) o audífonos (203,4) tanto para los trabajadores como para los hijos y cónyuges.
También se han reducido en un 50 % las ayudas escolares, aunque en este caso su aplicación se pospone a 2014 al abonarse la cuantía a curso pasado.
Se disminuyen, pero no se pierden las prestaciones sanitarias -a diferencia de sus compañeros en la Diputación malagueña que se han quedado sin ellas-. Además, junto con el pequeño recorte que deja en 104 euros anuales la ayuda para alimentación de enfermos celíacos, se deja en 430 euros la ayuda para abogados para juicios rápidos, en caso de que el empleado no quiera contar con la asesoría jurídica municipal.