El Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS), perteneciente al Ministerio de Defensa, acaba de abordar el recorte o supresión de una serie de ayudas de las que hasta la fecha disfrutaban los militares, entre las que destaca la ayuda a los enfermos celíacos y todas aquellas referidas a la dependencia.
El recorte del apartado presupuestario de Defensa parece no tener fin y la sangría económica se extiende más allá de la operatividad de los Ejércitos y la Armada para tocar de lleno el ámbito asistencial y la supervivencia de los militares y sus familiares.
El pasado 31 de diciembre, el BOE recogió la eliminación de determinadas ayudas sociales, algunas de ellas consideradas como básicas, de las que hasta la fecha podían hacer uso los miembros, directos e indirectos, de las Fuerzas Armadas.
Concretamente, el Ministerio de Defensa ha suspendido las ayudas para la adquisición de viviendas y las derivadas de las ayudas para la Atención de la Dependencia, condensadas fundamentalmente en la ayuda sustitutoria del servicio de asistencia a domicilio; el servicio de asistencia a domicilio; la atención en centros de día y de noche; y la atención residencial.
Además, entre otras disposiciones, reduce la cuantía de las ayudas para pacientes celíacos y por fallecimiento.
Se trata de una serie de medidas restrictivas motivadas por la escasez de recursos económicos asignados al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS) y que podría llegar a afectar a los propios militares y guardias civiles heridos en las misiones en el exterior y que puedan depender, como ocurre en algunos casos, de las citadas ayudas domiciliarias.
Se trata de una significativa reducción en relación con el año anterior, que “no permite mantener determinadas ayudas y que ha motivado la adopción de medidas de ajuste, racionalización y contención del gasto”, como queda reflejado en el texto del propio BOE.