En tiempos de confinamiento por el coronavirus, la imaginación cobra protagonismo, sobre todo a la hora de preparar la comida, y más si se tiene a comensales celíacos en casa. Es en este momento donde nos podemos proponer elabrar nuestra propia harina sin gluten, algo más sencillo de los que parece, según destaca un amplio reportaje de la revista Hola.

La harina es un polvo que resulta de la molienda del trigo y otros cereales, pero también de semillas, legumbres, tubérculos, etc. La más común es la de trigo, pero contiene gluten, algo que presenta dificiultades toda vez que en la actualidad hay numerosas personas con intolerancia o alergia a este tipo de proteína.

El mercado cuenta con otros tipos de harinas aptas para estos casos, pero siempre va resultar más agradable si las podemos hacer en casa a partir de ingredientes que habitualmente tenemos en la despensa, lo que nos permitirá contar con varios tipos de ellas que aporten toques diferentes a tus platos y además, ahorrando en la cesta de la compra.

Aunque la mayoría las puedes encontrar ya comercializadas, siempre podremos hacer en cas harinas de almendras, de garbanzos, de coco o la de arroz, para lo que es imprescidible el uso de un buen robot de cocina o una picadora potente, con buenas y resistentes cuchillas, ya que se trata de pulverizar ingredientes con una textura bastante dura. El resultado se podrá conservar cerrado en botes herméticos durante 2 ó 3 meses.

Para hacer harina de almendra, se puede hacer con almendras enteras -mejor peladas-, tanto tostadas como crudas. Si optas por tostarlas tú, has de tener la precaución de dejarlas enfriar para que, al triturarlas, no se forme una pasta con el calor. Tampoco habrá triturarlas más de la cuenta, porque la mezcla acaba calentándose y se produce el mismo efecto. Si eligieras almendras con piel, ten la precaución de tamizar la harina al final.

Para elaborarla es necesario pulverizar las almendras con un robot o con una picadora. Si has hecho alguna bebida vegetal con almendras, también puedes aprovechar como el resto que queda tras triturar el agua con el ingrediente elegido y escurirlo. Ponlo en una bandeja, hornéalo durante 2 horas a 95ºC, sácalo, y trituralo. Esta harina la puedes emplear para hacer bollos, tartas, panes, pizzas, galletas... además, este proceso lo podemos replicar con otros frutos secos como avellana, nueces, anacardos, etc.

Para hacer harina de garbanzos, tan sólo tendrás que meter los garbanzos en el procesador, triturar entre 3 y 5 minutos y colar para que te quede bien finita. La puedes usar directamente o tostarla en el horno para potenciar su sabor; para ello, una vez triturada, tienes que ponerla en horno precalentado a 100ºC durante 20 minutos, removiéndola de vez en cuando para que no se queme. Puedes hacer harinas con otras legumbres como lentejas, guisantes, habas... Esta harina es ideal para hacer tortillas veganas como sustituta del huevo, pero también funciona muy bien para rebozados y fritos, ya que aporta una textura bastante crujiente.

Para hacer harina de coco, primero haremos la bebida vegetal, con agua y coco rallado -o fresco- sin azúcar. El sobrante, una vez triturado y colado, es el ingrediente para preparar nuestra harina de coco. Para ello, precalienta el horno a 100ºC y coloca los restos sobre una bandeja con papel que situaremos lo más abajo posible y hornearemos para quitar la humedad entre 1 y 3 horas. Deja que se enfríe y tritura la pulpa seca para conseguir la harina de coco. Deja una textura muy fina si la vas a usar en repostería, pero si es para rebozados la puedes triturar menos para que cruja al llevarla a la boca. Es suave y no hay que utilizar mucha cantidad. La harina de coco la puedes incorporar, tanto en dulce como en salado, para espesar guisos, salsas o sopas, pero también, con el añadido de otros ingredientes, se utiliza en repostería.

Para hacer harina de arroz casera, al tratarse de granos pequeños, se puede hacer con molinillo de café, un vaso americano o incluso una trituradora convencional, ya que no hace falta una procesadora tan potente como en los casos anteriores. En este caso es tan sencillo como triturar el arroz en crudo lo más finamente posible, tamizarlo para eliminar cualquier trocito o resto, y ya está. Es perfecta para hacer rebozados como la tempura, pero también para crepes, magdalenas, panes, galletas... Asimismo, con harina de arroz se elaboran los famosos noodles, la pasta para rollitos, etc.

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