Baobab es el nuevo puesto de productos veganos ubicado en el mercado municipal lucense de Quiroga Ballesteros abierto recientemente por dos trabajadores del sector de la hostelería, que se dieron cuenta de que cuando «un vegano o un celíaco quiere comer fuera de casa, no tiene muchas opciones».
El hecho de que este nuevo negocio se encuentre en un mercado tradicional, que lleva en funcionamiento desde el año 1950, no fue casualidad, y sus promotores reconocen que, a pesar del retraso de las concesiones, tenían muy claro que el espacio tenía que ser este. Aunque este año se concedieron siete nuevos puestos en la Plaza, estos dos emprendedores sentían que faltaba un lugar para aquellas personas que además de tener unos hábitos alimenticios que evitan el gluten y la carne, también excluyen productos como la leche o los huevos.
El nombre del negocio que debe su denominación a una especie arbórea que cuenta con 8 variedades puede dar una idea de que las opciones que ofrecen no son limitadas, a pesar de las restricciones de este tipo de alimentación. Calabizo, fuet, jamón o chorizo son algunos de las variedades de embutidos veganos que venden que, junto con los quesos, de elaboración artesanal, son los artículos que «mejor están funcionando».
Pero su mercancía no se limita a esos elaborados, ya que además de las carnes «a base de proteína y de soja», la kombucha, obtenida a partir de la fermentación natural de té verde y azúcar o las salsas, o la boloñesa, completan el escaparate de este puesto.
Pero Roi y Laura no se olvidan de los más pequeños, por lo que también cuentan con productos como san jacobos, gelatinas o toppings a base de legumbres que sustituyen a la carne y con los que se pueden preparar pizzas o platos de pasta.
La tradición gastronómica también tiene cabida en el género de Baobab, que tiene una versión vegana del pulpo para aquellos amantes de un referente culinario por excelencia de la provincia.
La sostenibilidad es otro de sus puntos fuertes ya que aseguran que la mayoría de los productos son ecológicos con envases que son «reciclados e respetuosos con el medio ambiente».
Las marcas con las que trabajan tienen una amplia trayectoria en la elaboración de alimentos dirigidos a personas con una dieta vegana, lo que les asegura la calidad de los artículos que, en su gran mayoría, son también aptos para celíacos.
A pesar de que no llevan ni un mes abiertos, reconocen, orgullosos, que su negocio está funcionando muy bien gracias al «boca a boca», sabedores de que el comercio local y de proximidad fue uno de los grandes afectados por la crisis económica derivada del coronavirus, pero que es precisamente la cercanía en la atención y la confianza en la elaboración de los alimentos lo que le da a los consumidores la «seguridad de que el produto sea 100 % vegano».