Mientras que el menú del día se ha resentido con el cierre de muchos bares y restaurantes, este está transformándose de la mano de empresas que llevan los pedidos "on-line" a casa para toda la semana, impulsadas por el teletrabajo y las ganas de comer sano, y entre las ofertas en este sentido, no faltan las elaboradas con ingredientes sin gluten, que por lo tanto son aptas para celíacos.

Aunque se trata de una tendencia que venía surgiendo en los últimos años, las condiciones derivadas de la pandemia han hecho que crezca el interés por comprar en Internet platos caseros y variados, y entre ellos, los que son aptos para celíacos triunfan entre los clientes con esta condición, que cada vez son más.

Con el teletrabajo los restaurantes han notado la subida del negocio take-away, ya que estar en casa trabajando y cocinando es muy complicado. Además, hay muchas personas mayores y dependientes, o hijos que no pueden encargarse de ellos, que llaman directamente para que les acerquen la comida a casa.

Los precios varían en función del producto, pero los restaurantes intentan ajustarlos sin renunciar a la calidad ni a los alimentos naturales de proximidad, recogidos en una variada carta adaptada no solo a celíacos, sino también a deportistas, ancianos, alérgicos o veganos.

Según los restauradores, el perfil de este tipo de cliente es bastante general, sobre todo mujeres, de entre 25 y 45 años, pero también hay personas mayores muy fieles y parejas o familias que hacen pedidos grandes, normalmente para una semana.

El hecho de trabajar bajo pedido evita que se generen "stocks" y reducen bastante el desperdicio de alimentos. Además, muchos restaurantes suelen repartir los productos con trasporte refrigerado y cuentan con repartidores propios en Madrid y Barcelona, donde se concentra la demanda, para disminuir las incidencias.

Estos establecimientos suelen aceptar todo tipo de medios de pago, incluidos cheques restaurantes, y además suelen poner a disposición de los clientes un "monedero" para gastar el crédito que normalmente las empresas les darían para comer en establecimientos. Es el caso de Tappers, que nació como una marca de la empresa cárnica familiar MRM 2 especializada en elaborar platos cocinados para otras compañías y que con la pandemia se ha reinventado.

Empresas emergentes o "start-ups" como Wetaca, también venden tápers de comida a domicilio, en concreto, esta ha aumentado en más de un 50 % el número de pedidos en los últimos meses, nada menos que a 10.000 semanales, y pretende duplicar su facturación en este ejercicio, hasta superar los siete millones de euros.

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