En sus origenes, hace casi 80 años, la panadería de Manuel del Río Pulleiro y su esposa Manuela López Mariño llamada MR del Río y ubicada en Santiago de Compostela no había oido hablar del gluten ni de los celíacos, pero hoy, al frente del negocio está su nieto Miguel quien heredó entre otras cosas un horno de piedra antiguo que conserva como recuerdo tras una obra de ampliación. A él se unió un ex-alumno de la escuela de hostelería de Lamas de Abade que volvió a su ciudad en el 2002 para hacerse cargo del obrador. Cuatro años más tarde una idea entonces novedosa cambió el rumbo de la empresa.
Según relata el diario La Voz de Galicia, la idea surgió oyendo un programa de radio en el que una asociación de celíacos local lamentaba que nadie lanzase al mercado productos sin gluten. De hecho, solo había cinco fabricantes a nivel nacional en España. Según recuerda Miguel Rey del Río, entonces "empecé a investigar y todo el mundo me decía que no me metiese en eso. De hecho tardé casi dos años en sacar la formulación del pan".
De esta manera, se convirtió en la primera panadería sin gluten de Galicia y su línea de productos gluten free fue creciendo. Por aquel entonces, empezaron a ofrecer cinco productos sin gluten: baguete, magdalenas, bollos, mini bocatas y empanadas... pero hoy elaboran cerca de 30 referecnias que van desde un brazo de gitano hasta churros o el roscón de Reyes en temporada. Pero lo mejor es que de estos 30 productos, el 75 % se distribuyen más allá de la frontera autonómica, la mayor parte a Barcelona, Valencia, Murcia, Asturias y Andalucía.
Entre sus clientes figuran desde herboristerías y tiendas de dietética hasta grandes cadenas comerciales u hospitales... destacando entre sus ventas además del pan, las tartas de Selva Negra y de San Marcos, así como su bollería, especialmente el cruasán y la napolitana, que se hornean, empaquetan y congelan en la nave del Cruceiro de Coruña, listos para consumir... pero si de algo se muestran especialmente orgullosos es de su popular empanada gallega sin gluten, de la que dicen que no tiene competenecia en este difícil mercado.
El empresario se muestra satisfecho «de la calidad del producto y de que no se note la diferencia de sabor frente a la repostería con gluten» y aforma que, a pesar de que los casos de celiaquía están aumentando un 30 % cada año y, con ella, los fabricantes de productos sin gluten, «aún ahora cuesta a veces encontrar ciertos ingredientes como la harina integral ecológica sin gluten».
Miguel echa en falta que las empresas gallegas apuesten por el producto local, y que no se arriesguen a fabricar productos sin gluten con el objetivo de evitar el riesgo de contaminación cruzada. El si lo hizo, y a juzgar por los resultados fue buena idea, tanto para él como para sus clienes de dentro y fuera de Galicia.