Ainara Abasolo pasó de regentar  un restaurante familiar en Arrasate en el que trataba de cocinar productos de cercanía «muy ligados al mundo macrobiótico», a dar un giro a su negocio después de que a su hijo Oihan le detectaran celiaquía, tras lo que empezaron a dar comidas para celiacos. Sin embargo, recientemente su madre se jubiló y cerraron el restaurante, por lo que centró sus esfuerzos en fundar Irrika Gluten Free Bakery, un obrador sin gluten con el objetivo de adaptar recetas para personas celíacas.

 

Así es como esta emprendedora empezó a adaptar fórmulas tradicionales de repostería para que las personas con celiaquía también pudieran disfrutar del dulce. «Empezamos poco a poco con algunos postres», ha explicado Abasolo, que elabora dulces como el donuts de boniato o de calabaza, dos de los que más éxito tienen en Irrika Gluten Free Bakery, donde además de elaborar recetas sin gluten, tampoco utilizan apenas azúcar.

Para conseguir que sus elaboraciones sean dulces, esta emprendedroa adapta las recetas y utiliza pasas, cremas de calabaza o compota de manzana, al tiempo que tampoco cocina nunca con lácteos.

Cuenta el Diario Vasco, que este cambio profesional también ha tenido sus consecuencias en el plano personal, para lo que la detección de la celiaquía a su hijo Oihan resultó clave. Tras el diagnóstico del niño, también a ella le detectaron la celiaquía. «Se ha pasado toda la vida con problemas estomacales. Nos decían que era gastroenteritis pero llegó un momento que empezó a tener problemas de corazón», relata con la tranquilidad de saber qué es lo que le ocurría a su hijo.

Hasta que un día decidimos acudir a un especialista en el aparato digestivo. Entonces tuvieron que someter a Oihan a una analítica, a mí también me la hicieron y dimos positivo. Cuando le quitaron el gluten recuperó las ganas de vivir», recuerda. Con el objetivo de confirmar el diagnóstico, y antes de someterle a una gastroscopia, tuvieron que dar su hijo de nuevo alimentos con gluten. «Le volvieron grandes dolores de estómago», comenta antes de recordar que en aquella etapa lo peor fue que Oihan tuvo de nuevo «miedo a comer».

Fue el detonante final. «A Oihan le diagnosticaron celiaquía y desde que comenzó con una dieta sin gluten han desaparecido las taquicardias».

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