Quienes padecen celiaquía deben lidiar a diario con múltiples problemas a la hora de alimentarse, pero también a la hora de tomar medicamentos, ya que la información sobre el gluten en este tipo de productos no está tan clara.

 

El Reglamento Europeo Nº 1169/2011 del Parlamento Europeo establece la obligación de informar en el etiquetado de los alimentos la presencia de sustancias o productos que pueden causar intolerancias o alergias, entre ellas los cereales que contengan gluten.

Sin embargo, en el caso de los medicamentos, uno de los excipientes más utilizados como diluyente o disgregante en la fabricación de comprimidos y cápsulas es el almidón, procedente de harina de trigo, maíz, patata o arroz. Mientras que el almidón de maíz, patata o arroz no afecta a los pacientes con enfermedad celíaca, sí puede hacerlo el almidón de trigo.

Por este motivo, la normativa actual obliga a declarar a los laboratorios farmacéuticos si el gluten está presente como excipiente de los medicamentos en el prospecto a través de la ficha técnica y el etiquetado del producto. Pero lo cierto es que en la composición de los medicamentos, el gluten no suele aparecer como tal, ya que queda registrado habitualmente con el nombre del excipiente que puede contenerlo.

De esta manera, si el medicamento contiene almidón de trigo, avena, cebada, centeno, o triticale y sus derivados, para cantidades inferiores a 20ppm (20 mg/kg) de gluten, indicará literalmente: «Este medicamento contiene almidón de... Es adecuado para pacientes celíacos»; y para cantidades superiores a 20ppm de gluten indicará: «Este medicamento contiene almidón de.., que equivale a xppm de gluten, lo que debe ser tenido en cuenta en pacientes celiacos».

Para ayudar en esta materia, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) cuenta con una aplicación web que permite la realización de consultas bajo diferentes criterios, como el código nacional del medicamento, su nombre o el principio activo que contiene.

Instituciones