La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha cambiado los criterios y baremos de admisión de alumnos en centros públicos y concertados para el curso 2012-2013, y ha aprovechado la ocasión para eliminar la puntuación para alumnos celiacos que se venía ofreciendo hasta la fecha.
Defienden desde la Comunidad de Madrid que este criterio había devenido en obsoleto e ilógico, por cuando los centros educativos ofrecen regularmente en sus comedores escolares menús para este tipo de alumnado.
Otro de los argumentos utilizados para eliminar la puntuación para celíacos en lo criterios de adminsión de los colegios públicos madrileños es que estos se habían convertido en una fuente de fraudulencia, ya que, según defienden, en muchos casos no resultaba difícil obtener la certificación médica que acreditaba tal circunstancia, aún siendo esta incierta.
Otros cambios en estos baremos son la ampliación de zonas de influencia y zonas limítrofes; el incremento de la puntuación atribuida a hermanos; y una puntuación extra para hijos o hermanos de antiguos alumnos.
Estas últimas medidas han sido valoradas en general positivamente por el entorno educativo, por cuanto implican un fortalecimiento y crecimiento de los derechos individuales de raíz constitucional, que permiten la elección de centro educativo por parte de los padres para sus hijos.
Sin embargo, la medida que elimina la puntuación para enfermos celíacos, no hace sino abundar en la discriminación generalizada que vienen sufriendo este tipo de enfermos, que de esta manera ven mermadas sus opciones para acceder a un centro educativo en el que se realmente tenga en cuenta su problema.