Vladimir Darida es la estrella emergente del fútbol de la República Checa. Se inició en el mundo de la gimnasia -"me vino bien en términos de habilidad", admite- y está más que acostumbrado a superar obstáculos.

Un problema de crecimiento casi corta su ascenso hacia el fútbol profesional con 16 años. Cuando otros empezaban a crecer, como le sucedió a Messi, Darida se estancó. Sin embargo, una dieta para celíacos de por vida le permitió salvar la primera zancadilla: "Al principio no fue fácil, sobre todo para mi madre a la hora de cocinar. Nos costaba encontrar muchos alimentos".

Aún así, hay cosas a las que uno no logra acostumbrarse. "Echo de menos una pizza o una hamburguesa normales", confiesa el jugador de la República Checa, que no tardó en revertir su hándicap: "Al principio estaba preocupado, pero rápidamente entendí que tenía que ser más listo que el resto. Algunos de mis compañeros tuvieron problemas cuando dimos el salto al fútbol profesional y yo, en cambio, estaba acostumbrado a competir con gente más poderosa físicamente".

Cuenta el diario deportivo Marca que el segundo escollo del futbolista, ya en época juvenil, le golpeó más fuerte si cabe. Darida sufrió una caída mientras montaba en patinete que le provocó una lesión en la vértebras: "No creía que significara mi adiós al fútbol, pero durante tres meses no pude realizar ningún tipo de deporte. Debía estar tumbado todo el tiempo. Sólo podía sentarme durante 2-3 horas al día. Psicológicamente fue un golpe duro".

"La buena noticia es que sustituye muy bien a Jiracek, la mala es que pronto voy a tener que buscarle sustituto", dijo Vrba cuando le dio la alternativa en el Viktoria Plzen en 2009. En la Euro de 2012 se coló a última hora. Le llamaron para cubrir una posible lesión de Rosicky y acabó dejando fuera a Pudil: "Acudí sin presión. Pensaba que volvería a Plzen cuando se recuperara Tomas. Fui el primer sorprendido".

Con la selección no ha tenido suerte de cara a gol. En 36 partidos sólo ha marcado un gol. No fue un tanto cualquiera, eso sí. Su diana ante Irlanda selló el billete de la República Checa para la Euro.

Instituciones