enfermedadcoronariaLos afectados por la celiaquía tienen el doble de posibilidades de padecer una enfermedad coronaria, según se desprende de las conclusiones de una nueva investigación presentada en la 63º edición de la American College of Cardiology Scientific Session que analizó a más de 22 millones de pacientes de 13 sistemas sanitarios distintos durante los años 1999 y 2013.

De estos, 24.530 fueron diagnosticados con enfermedad celíaca, por lo que el resto de los participantes sirvieron como grupo control. Así, el estudio mostró que la enfermedad coronaria arterial estaba presente en el 9,5 % de las personas que eran celíacas, frente a una incidencia del 5,6 % del grupo de control.

En este sentido, el doctor Manuel Martínez-Sellés, representante de las secciones científicas de la Fundación Española del Corazón, ha explicado que "la enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y, probablemente avena que se encuentra tanto en alimentos como en productos de uso diario como bálsamos labiales, medicamentos o vitaminas. Esta enfermedad provoca una inflamación, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado, lo que dificulta la absorción de nutrientes. Es en este proceso inflamatorio el que podría estar relacionado con un mayor desarrollo de arterioesclerosis debido a la segregación de mediadores inmunes en el torrente sanguíneo".

A esto hay que añadir, continuó el experto, que el riesgo aumenta si, además de la intolerancia alimentaria, "la persona padece algún otro factor de riesgo como si es fumador, padece diabetes o colesterol, entre otros". Sin embargo, "todavía son necesarios más estudios para esclarecer esta relación", ha matizado Martínez-Sellés.

Dado que la enfermedad celíaca está dentro de lo que se conoce, según Martínez-Sellés, como "factores de riesgo cardiovasculares no modificables como sucede con la edad, el sexo masculino y la carga genética y la persona no puede hacer nada contra ellos. Sin embargo, sí puede controlar aquellos factores de riesgo modificables como no fumar, tener una vida activa y seguir un estilo de dieta mediterráneo en el que primen las frutas, las verduras, los pescados, las legumbres que, además, están libres de gluten".

Asimismo, diferentes estudios han demostrado, según Martínez-Sellés, que "si las personas celiacas consumen gluten aumenta la inflamación y, por tanto, repercute de forma negativa en el enfermedad coronaria".

El trabajo también mostró un ligero aumento de la prevalencia de enfermedad coronaria entre las personas menores de 65 años –4,5 % frente al 2,4 %–.

En el marco del 25º Congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED) celebrado el pasado mes de abril, el doctor José Ramón Bilbao, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco (UPV) e investigador del Instituto Biocruces, expuso que "este aumento de la frecuencia de enfermedad celiaca en personas con diabetes tipo I se debe, al menos en parte, al hecho de que ambas enfermedades comparten genes de susceptibilidad que participan en la respuesta inmune y que se asocia con el mayor riesgo de desarrollar enfermedad celiaca. Una de las variantes de los genes HLA (concretamente el DQ2) que está presente en más del 90 por ciento de los celiacos, también aparece en más de las mitad de los diabéticos tipo I y en el 20-30 por ciento de la población general".

Además, tanto la enfermedad celíaca como la diabetes son patologías autoinmunes. Por eso, las otras fomas de diabetes como la tipo II o la gestacional, no tienen relación con la intolerancia alimentaria.

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