Una oyente de la cadena Cope-Onda Naranja de la localidad valenciana de Gandía ha denunciado que una mujer indigente a la que entregó solidariamente unos productos sin gluten, los canjeó por dinero en efectivo, un engaño que en estas fechas conviene conocer antes de donar productos a los más necesitados.

En esta época del año, cuando las personas suelen ser mucho más solidarias y darse cuenta de las necesidades del prójimo, hay quien aprovecha esa circunstancia y la convierte en su modus vivendi. De esta manera acaba de conocerse una nueva modalidad de estafa localizada en Gandia, prero que parece que está bastante generalizada por la zona.

El caso es que una mujer pedía que se le comprara un bote de leche infantil, y en concreto, una marca para celíacos que según ella no se podía sufragar y era necesaria para su hijo. La mujer, además, dice qué leche es y dónde la compra, dando incluso la referencia del supermercado para hacer mucho más creíble su historia, añadiendo que no la encuentra en ninguna farmacia, y que solo está a la venta en ese supermercado.

El vecino solidario comprueba que la leche en concreto no está a la venta en varias farmacias, y finalmentel acude al supermercado donde, efectivamente, está esa leche que demanda la supuesta indigente. El precio ronda los 70 euros.

El vecino solidario, viendo a la mujer en necesidad, optó por entrar al supermercado y adquirir dos botes de leche previo pago de 140 euros por ellos. Como quiera que la mujer es indigente y está pidiendo ayuda, el vecino solidario le entrega en una bolsa los dos botes de leche para su hijo y, para evitar que en el supermercado un vigilante o la propia Policía le pueda preguntar por la procedencia de esos dos botes de leche, le introduce el tique de compra. De esta forma podrá justificar la procedencia lícita del producto que se le ha dado por solidaridad.

La sorpresa, y la estafa, surge cuando la mujer en cuestión coge el tique y regresa al supermercado diciendo que se ha equivocado y que no necesita los dos botes, pidiendo que le reintegren el dinero y aportando el tique de compra del propio supermercado y convirtiendo el producto solidario en dinero en efectivo.

El supermercado ya se ha percatado, por lo que cuando ocurre procede a anular los cargos al cliente solidario, tal y como le ha sucedido a este oyente de Cope-Onda Naranja... sin embargo, el supermercado no puede hacer nada para avisar ni a sus clientes ni a quienes sienten que deben ser solidarios con una mujer que, aparentemente, no puede comprar la leche sin gluten para su supuesto hijo celíaco.

No se trata de un delito, ni siquiera de una estafa, simplemente es un engaño y el aprovechamiento de la solidaridad de las personas, jugando con una intolerancia como la celiaquía.

Así que, si se quiere ser solidario, lo mejor es canalizar ese altruismo a través de organizaciones o instituciones solidarias que realizan campañas o tienen abiertas sus sedes, y donde poder llevar este tipo de productos. De esta forma, se asegura su destino y no la conversión en metálico de una donación.

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