Los obulatos son transparencias comestibles, algo tan sutil que no parece real, una "delicatessen" que se funde en la boca al contacto con la lengua... "Es mágico", ha llegado a decir el gurú español de la cocina Ferran Adrià, que fiel a su enamoramiento de la sensibilidad japonesa, ha utilizado este producto con asiduidad para elaborar raviolis y rollitos en algunos de los platos estrella del menú 2009 de El Bulli. Una de las principales características de esta sustancia tan asombrosa que también anda en otros fogones vanguardistas,es que está elaborada con almidón de patata, lo que convierte al producto en apto para celíacos. Tampoco contiene sal, ni azúcar, ni grasas, lo que hace que tengan un sabor y un olor neutro, que permite que la gracia la ponga quien cocina con los ingredientes que quiera envolver.
Otra de las características de este exclusivo producto, es que se convertido en accesible para cocinas cotidianas. A partir de ahora, cualquiera que quiera emular a los grandes cocineros puede utilizar este producto como envoltura tanto para productos sólidos como líquidos, tanto para platos dulces como salados... y es que este ingrediente hasta hace poco desconocido en nuestro país, es válido para elaborar láminas crujientes de caramelo, milhojas superfinas, elaboraciones crujientes y sin harina... etc.
Lanzado en España por International Cooking Concepts, esta delicatessen se puede adquirir en distintos formatos (redondo, cuadrado, cónico o minimagdalena) y tamaños (de siete centímetros a hojas de 46 - 32) desde la módica cantidad de desde seis euros.