El 1 % de la población padece Sensibilidad Química Múltiple severa, y hasta el 12 % en versión moderada o leve. Esas personas a las que tanto les molestan los olores son parte de ellas, aunque la mayoría de los médicos y de la sociedad no están informados. Sobre esta enfermedad, no reconocida como tal, no hay manifestaciones en la calle ni noticias en la portada de los periódicos, pero se sabe una cosa sobre ella: quien la padece no puede tomar alimentos con gluten.
Carmen Lozano es una de estas enfermas, y para verla es necesario acudir a la cita sin cremas corporales, desodorante, colonia o perfume que pudieran “intoxicar” su hogar. Para más seguridad, sus encuentros se producen al aire libre.
Según cuenta el diario Lanza Digital, a sus 45 años, Carmen lleva más de 10 condenada a vivir detrás de una mascarilla o encerrada en casa. Es una “mujer burbuja”. Padece de Sensibilidad Química Múltiple, una enfermedad que, además de no estar reconocida por la Organización Mundial de la Salud, no tiene ni tratamiento ni cura. Cualquier sustancia tóxica, perfume, colonia, detergente, jabón, ambientador o desodorante, provocan una reacción devastadora en su organismo, y el gluten se encuentra entre esas sustancias.
Dolores de cabeza, digestivos, reacciones en la piel, etc, son algunos de los síntomas que Carmen podría llegar a desarrollar con sólo tocarla. Los síntomas se agudizaron cuando se quedó embarazada.
Tras pasar por un auténtico calvario de especialistas que la “maltrataron” y llegaron incluso a decirle que acudiera a un psiquiatra, le diagnosticaron Sensibilidad Química Múltiple. Tras superar una depresión y ser víctima también del rechazo social, se volvió invisible para la sociedad.
Para la limpieza de su hogar no utiliza detergentes ni similares, sino agua avinagrada. Y para lavar la ropa, jabón natural que ella misma ralla para ponerlo en la lavadora. Pero eso no es lo peor. No poder tomar alimentoos con gluten agrava sus problemas. En este caso la celiaquía es soilo una más de los problemas de esta mujer.