Debido a la dificultad para absorber calcio y la vitamina D, los celíacos son más propensos a presentar fracturas osteoporóticas. De esta manera, los enfermos de celiaquía presentan un porcentaje mucho mayor de osteoporosis que la población en general, hasta el punto de que algunos estudios han determinado que aproximadamente el 6% de los enfermos desarrolla esta afección cuando llegan a la edad adulta. Según estos estudios, la celiaquía genera una alteración en el sistema Rankl-opg, vía metabólica que condiciona el trabajo de los osteoblastos. Al sufrir los celíacos un aumento de las citocinas inflamatorias, este sistema se reactiva y se produce una destrucción ósea con la consecuente osteoporosis, y por consiguiente se prodcue un incremento en las fracturas. En este sentido, y según cuenta Celíacos.com, la dieta sin gluten además de ser el único tratamiento para la enfermedad, es indispensable para evitar la pérdida de masa ósea; ya que un niño celíaco que presenta una carencia de calcio y vitamina D es más propenso a no conseguir el desarrollo óptimo de sus huesos.
Para evitar esta situación, es crucial el diagnostico precoz de la enfermedad, ya que los mencionados estudios afirman que aunque la celiaquía sea detectada en la infancia y se adopte la dieta sin gluten, después de de 20 o 30 años, existe aún un mayor riesgo de fracturas en comparación con un no celíaco.
De esto se desprende que las personas osteoporóticas con factores de riesgo de enfermedad celíaca y síntomas típicos de la misma como carencia de nutrientes, diarreas, desnutrición, etc, deben de realizarse los estudios correspondientes para determinar la presencia o no de celiaquía.