Un inglés y una sudafricana afincados en Valencia han patentado un preparado a base de chufas y cacao granulado para tomar con la leche, que es apto para celíacos, al no contener gluten entre sus ingredientes.

Rob Brunt y Dominique Maingard son los impulsores de este nuevo producto que se une a los usos que los últimos años se realiza del tubérculo, desde la cosmética a la alimentación. La historia tiene un punto de excentricidad, mucho de emprendimiento y también algo del carácter intrépido de los exploradores de sus países de origen.

Cuenta el diario Levante que esta pareja formada por un inglés y una sudafricana decidió hacer un break en 2014, después de media vida dando vueltas por el mundo, con tres hijas pequeñas a cuestas. Ella es profesional en ciencias ambientales y él en proyectos de desarrollo para ONGs, especialmente en cooperativas agrícolas en África.

Sin embargo, lo que iba a ser un año sabático ha dado como resultado un proyecto empresarial ubicado en Valencia y que tiene la horchata origen. "Nunca había oído hablar de ella. Las niñas la adoraban y cuando terminaba el verano querían más", afirmao Brunt, quien se planteó ¿Por qué no tomar esta bebida dulce todo el año? ¿Por qué no, por ejemplo, un desayuno con base de chufa y chocolate?

Es entonces cuando empezaron a investigar y casi sin darse cuenta ya estaban preparando su propia receta en un contenedor portátil, estudiando sobre procesos industriales y patentes. Hoy su idea tiene sabor, envoltorio y hasta un trabajado plan de branding.

La pareja guarda con celo la fórmula, pero acaba de lanzar chufachoc, un preparado granulado con chufa y cacao para disolver en cualquier tipo de leche. La idea sorprende, incluso con un producto como la chufa que en los últimos años está viviendo un boom de innovaciones.

Según Brunt, que se ha asesorado con un exempleado de Cadbury, la multinacional británica de chocolates, esta es la primera innovación en décadas en el ámbito de las bebidas chocolateadas. De hecho, en este segmento, junto al chocolate en polvo omnipresente, solo compite en Asia, África u Oceania el Milo de Nestle, un mix de cacao de y malta.

El éxito de la chufa como superalimento global, de hecho, permite a estos emprendedores aventurar interés por su producto más allá de Valencia. De momento, tienen previsto comenzar en la ciudad española, a través de cafés, hoteles y tiendas locales. Aunque ya han recibido interés de un distribuidor británico de productos para supermercados eco.

Producen unos 40 kilos al día en una nave de Riba-roja y tienen previsto ampliar la capacidad.

Pero sin duda, entre sus mayores ventajas, está que este nuevo producto es apto para celíacos... y es que Rob y una de sus hijas padecen la enfermedad, uno de los motivos que les llevó a investigar sobre la chufa.

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