La rasmia es algo muy aragonés y según la Real Academia de la Lengua Española significa “empuje y tesón para acometer y continuar una empresa”. Y precisamente Rassmia se llama el sueño de Alejandro López, un joven que lleva casi 10 años de trayectoria en el mundo de la cocina y que acaba de abrir su propio restaurante sin gluten en Zaragoza.
Ubicado enel centro de la ciudad, Rassmia es un lugar tranquilo y con atención al detalle donde Alejandro pretende “ofrecer una experiencia culinaria íntima, sincera y llena de sentido”. De hecho, el mismo presenta cada plato a los comensales desde la barra, que da servicio a seis personas, más otras seis en mesa.
Este restaurante recien inaugurado ofrece un menú cerrado de nueve pases por 35 euros, que se sirve en un único turno por comida y cena, de miércoles a domingo.
Destaca el hecho de que toda la cocina está libre de gluten, por lo que está pensado para las personas celíacas ya que el chef, Alejandro, también lo es.
Con todo, en Rassmia todo gira en torno al producto, la temporada y la conexión con quien cocina, motivo por el que ha creado un menú cerrado y equilibrado con productos según la estación, acompañado de un servicio cercano.
De esta manera, los doce comensales pueden disfrutar de una cocina abierta, conversando con el chef y sin preocuparse por el tiempo.
Los nueve pases combinan técnica y creatividad y, aunque su carta mantiene parte del misterio, mostrando solo parte de lo que se va a comer, Alejandro ha compartido algunos de los platos como merluza de pincho a la plancha con un pilpil de borraja, berberechos frescos y aceite de tinta o carrillera de ternera guisada en vino tinto, con cogollo, demi-glace, salsa foyot y un toque final de remolacha. De trata, en fin, de platos que huyen del artificio, pero no del detalle, con sabores reconocibles que sorprenden sin necesidad de disfrazarse.