La Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos (AEFY) se ha sumado a la celebración del Día Mundial del Lácteo que impulsa la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con la finalidad de poner en valor el papel que desempeñan los lácteos en la calidad de nuestra dieta y, en consecuencia, en nuestra salud.
Según la organización, el yogur, un alimento que no contiene gluten si se consume solo, está presente en 8 de cada 10 hogares españoles, y según datos recientes revelados por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), su consumo se ha incrementado en un 18 % durante el confinamiento.
Las leches fermentadas son un tipo de lácteo sin gluten que se obtiene a partir de la fermentación de la leche por la acción de diferentes microorganismos. El yogur es una de ellas, la más consumida a escala mundial, pero también hay otras como el Kéfir o el Kumis. En el caso del yogur, y por normativa legal, debe obtenerse únicamente a partir del proceso de fermentación de la leche mediante la acción de dos bacterias: Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus.
El estudio del efecto del consumo de este tipo de bacterias sobre la salud ha generado mucho interés en la comunidad científica, y las investigaciones desarrolladas durante los últimos tiempos no solamente han puesto de manifiesto beneficios concretos del consumo del yogur sobre la salud, sino que también han contribuido a derribar algunos falsos mitos, como el de la grasa láctea, ya que estudios recientes han puesto de manifiesto que no tienen un efecto perjudicial.
Según Guillermo Mena Sánchez, doctor en Nutrición y Metabolismo, “el yogur es un alimento saludable que puede ser consumido a diario, formando parte de las tres raciones de alimentos s lácteos recomendados, y es un alimento que, en pocas calorías, aporta una elevada densidad de nutrientes”.
La alta densidad nutricional del yogur aporta muchos nutrientes con reducido aporte calórico, y está caracterizada por una matriz alimentaria de macro y micronutrientes muy variada que permite aportar al organismo una gran variedad de vitaminas y minerales: un elevado contenido en calcio de fácil absorción, vitaminas del grupo B, vitamina A y, en menor cantidad, vitaminas D, K y E, junto con otros minerales como el fósforo, el magnesio el zinc y el yodo. Muchos de estos micronutrientes, según Guillermo Mena Sánchez, “están implicados en el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, clave para los tiempos que corren”.
La evidencia científica ha demostrado que las personas que comen yogur regularmente tienden a tener un patrón de alimentación más saludable; al tiempo que su versatilidad permite incluirlo en infinidad de recetas y hace que el yogur sea un alimento muy fácil de combinar con otros alimentos facilitando la introducción en la dieta diaria de las raciones recomendadas de otros alimentos, tales como frutas, frutos secos o semillas.
Numerosas guías alimentarias internacionales recomiendan un consumo de 2-3 raciones de lácteos al día. En esta línea se centra la campaña que está desarrollando la Organización Interprofesional Láctea (INLAC), con el aval de la Federación Española de Nutrición (FEN), en la que se recomiendan 2-3 raciones al día, si hablamos de niños o adultos, y entre 3 y 4, en el caso de embarazadas, mujeres lactantes, adolescentes, deportistas o ancianos.