Vicky se ha alzado con el título de MasterChef España en una reñida final frente a Mateo, el joven concursante especializado en cocinar postres sin gluten y al que seguían con atención celíacos de toda España.
La mallorquina ganó gracias a un menú compuesto por talento, riesgo, intuición y sabor, pero Mateo estuvo a la altura y dejó bien alto el pabellón de los celíacos. Este joven, que estudiaba Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza antes de incorporarse al programa con tan solo 20 años, tiene su punto fuerte en la repostería sin gluten, ya que él y su familia son celíacos.
Quizás por eso, la cocina siempre fue el lugar más importante de su casa y pudo parender de su gran maestra entre fogones, que no fue otra que su abuela, que murió hace dos años.
Mateo espera que su paso por MasterChef le ayude a dar un vuelco a su vida. Por el momento, como segundo finalista, podrá continuar sus estudios de cocina con la beca de 21.000 euros que le ha ofrecido Le Cordon Bleu Madrid.
Mateo, el benjamín de esta edición, partía como el favorito para ganar el concurso, ya que fue elegido el primer finalista por el jurado y el 55 % de los usuarios votaron por él en la encuesta de RTVE.
Su punto fuerte es la tradición, domina la cocina de siempre aportándole un toque vanguardista y una presentación impecable. Aunque no superó a Vicky, le puso las cosas difíciles y el jurado reconoció que la elección del ganador fue una decisión muy dura.
El mejor plato del estudiante fue el postre, un bizcocho de anís con helado de albahaca y melocotón al vino, lleno de sentido y memoria. El bizcocho es una receta familiar ha pasado de generación en generación y los demás componentes son típicos de las fiestas de su tierra, Huesca. "Es un plato de la memoria y habla mucho de ti" "Es un plato de la memoria y habla mucho de ti. Eso es fantástico", señaló Joan Roca. Y para Samantha, fue el mejor postre de MasterChef 2.