Las fiestas navideñas suponen una época de encuentros familiares, comidas copiosas y múltiples celebraciones. Sin embargo, para las personas con celiaquía, estas fechas pueden convertirse en un auténtico reto debido al riesgo elevado de contaminación cruzada y a la presencia de gluten en muchos de los platos típicos de la Navidad. En este contexto, la gran pregunta es: ¿Cómo pueden los celíacos disfrutar de la Navidad sin poner en riesgo su salud?
Uno de los principales peligros para los celíacos en estas fechas reside en la falta de control sobre los ingredientes y preparaciones, especialmente cuando se acude a comidas fuera de casa o se participa en cenas de empresa y reuniones familiares. Platos tradicionales como el roscón de Reyes, los polvorones, el turrón o los canapés suelen elaborarse con harinas de trigo o contener trazas de gluten, por lo que es fundamental extremar la precaución.
La contaminación cruzada es uno de los grandes riesgos para los celíacos durante la Navidad, ya que el uso compartido de utensilios, superficies y aceites para freír podría derivar en la presencia de gluten en alimentos que, en principio, no lo contienen. Por ello, es esencial informar y concienciar a los familiares y amigos sobre la importancia de mantener la limpieza y la separación de los productos sin gluten en la cocina.
Para evitar sorpresas desagradables, una buena recomendación es planificar con antelación, de manera que si vas a asistir a alguna celebración, informa siempre de tu condición de celíaco y pregunta sobre la elaboración de los platos. En caso de duda, lleva tus propios alimentos o propon alternativas seguras que todos puedan disfrutar, como embutidos certificados sin gluten, quesos, frutos secos naturales o dulces navideños específicos para celíacos, cada vez más disponibles en supermercados.
También es aconsejable revisar cuidadosamente el etiquetado de los productos y optar siempre por aquellos que estén certificados como "sin gluten". En este sentido, es importante recordar que, aunque la legislación obliga a etiquetar los alérgenos, durante las fiestas pueden proliferar productos artesanales o caseros que no siempre cumplen con estas normativas, por lo que conviene extremar la precaución.
En definitiva, la clave está en la prevención y la información, de manera que con organización, comunicación y un poco de creatividad culinaria, los celíacos pueden disfrutar plenamente de la magia de la Navidad, compartiendo mesa y momentos inolvidables sin renunciar a la seguridad alimentaria. De esta manetra, la única preocupación será elegir el mejor villancico para acompañar la sobremesa.
