La feria BCN Gluten Free, que acaba de concluir en Barcelona ha puesto de manifiesto la variedad de productos que se han creado a nivel nacional para este perfil alimenticio intolerante al gluten, pero también ha servido para identificar un problema que aún sufren los celíacos, que tienen que revisar minuciosamente el etiquetado de estos productos y que adquirir productos de mayor coste que incrementan el presupuesto de una alimentación común en un 259 % más.
Para los expertos reunidos en esta feria, ser celiaco tiene algunos inconvenientes como, por ejemplo, el tiempo que uno debe de permanecer en un supermercado. Se considera que una persona celíaca destina el triple de tiempo a hacer la compra que otra persona que no tiene ninguna intolerancia alimenticia, ya que los etiquetados de los productos son clave para asegurarse que se puede comer.
En general, las familias con algún componente celíaco tienen un gasto de 300 € a mayores en la lista de la compra en el supermercado; hecho por el que los especialistas de sector defienden que este elevado coste debería ser revisado para "poder facilitar" algo que consideran básico y que debería ser "más asequible".
Por otra parte, los expertos reunidos en Barcelona han destacado que además de resultar caros, estos alimentos en numerosas ocasiones no cumplen con las indicaciones nutricionales adecuadas, engrosando a los mismos con diferentes grasas y azúcares, e incluso sales no recomendados.
La única ventaja es que en los últimos diez años, España ha pasado de ofrecer en los lineales de los supermercados una cantidad aproximada de 300 productos sin gluten, para pasar a ofrecer en la actualidad más de 2.000 referencias, una situación que convierte a nuestro país en el tercer país del mundo en el impulso a los alimentos para celíacos.