Alan Levinovitz, profesor de la James Madison University acaba de presentar su último libro, quye bajo el título de La mentira del gluten y otros mitos acerca de la alimentación (Planeta de libros, 2016), constituye una llamada al sentido común y una demoledora crítica a las dietas restrictivas, los gurús magufos de la alimentación y la política del terror que estos usan para enriquecerse vendiendo libros, suplementos alimentarios y hasta suscripciones a "comunidades de bienestar online".

La primera pregunta que se puede hacer un escéptico respecto al trabajo de Levinovitz es qué hace un investigador especialista en religión china como él escribiendo sobre nutrición. “Hace unos 2000 años, un grupo de monjes aseguró que si dejábamos de comer grano viviríamos para siempre, tendríamos la piel perfecta, superaríamos cualquier enfermedad y podríamos volar y teletransportarnos", nos cuenta el autor. "Un par de siglos después, la prohibición pasó del grano a la carne, pero las promesas eran las mismas. Los mismos monjes también ofrecían suplementos exclusivos, secretos y muy caros para los que realmente querían vivir para siempre”.

El paralelismo entre la religión antigua y cierta rama de la nutrición actual se hizo evidente rápidamente. “No paramos de recibir información sobre dietas contradictorias que prometen curarnos o protegernos de diversas enfermedades, diferenciarnos de la gente normal incapaz de ver ‘la verdad’. Purificación, limpieza, la existencia de alimentos limpios y sucios y, por supuesto, la inquebrantable fe de que consigues el poder de lo que comes. Por eso decidí explorar la historia de los terrores alimentarios –gluten, grasa, azúcar y sal– y descubrir cuánto hay de mito y superstición en ellos".

Cuenta el diario El País que la obra de Levinovitz no es una oda al baño en grasa de pato, a abrazar una dieta a base de patatas fritas con triple de sal o a los desayunos que contienen un 90 % de azúcar refinado. Es más bien un canto al sentido común, al comer sin miedo y a la nutrición en positivo, y por encima de todo, a plantearse qué hay detrás de los dogmas alimentarios y quién saca beneficio de su existencia.

Los principales abanderados en Estados Unidos de la restricción absoluta del gluten son William Davis y David Perlmutter, autores respectivamente de los best sellers Sin trigo, gracias –aunque la traducción literal del título sería más bien “barriga triguera”– y Cerebro de pan, que han reportado a sus autores pingües beneficios (aunque ellos solo piensan en nuestro bien, obviamente).

Según sus obras, el gluten debe ser evitado por cualquiera, sea celíaco o no, ya que "causa o potencia trastornos como el TDAH" –el famoso déficit de atención–, "el cáncer, la artritis, y aumenta el estrógeno, el cáncer de mama y los pechos en los hombres".

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