La multinacional alemana de confitería especializada en caramelos de goma Trolli, renueva su gama de productos sin gluten y estrena una imagen de marca más atractiva y fresca, a la que acompaña el restyling de todos sus productos, que se aplicará de manera paulatina al packaging de todas sus referencias.
Junto a este cambio en la imagen, Trolli ha lanzado una nueva gama de productos sin gluten: Squiggles, que llega con las novedades The Squiggles y Squiggle Twist.
The Squiggles se presenta en bolsas de 100 y 200 gr. y son unas pequeñas orugas en forma de golosina que suman seis sabores afrutados, elaborados con aromas y colorantes naturales. Estas pequeñas orugas tienen su propia mariposa en la misma bolsa, con unas alas que combinan el sabor dulce y ácido.
Por su parte, Squiggle Twist se mantiene fiel a la esencia de la marca y pone a prueba a sus consumidores con una propuesta más atrevida: dos orugas entrelazadas, desarrolladas con una técnica de depositado que logra una golosina con una estética diferente y divertida. Este producto mezcla los sabores dulces y ácidos. Con tres variedades distintas, están también elaborados únicamente con colorantes y aromas naturales, y están disponibles en bolsas de 100 y 175 gr, así como en botes de 150 unidades.
Junto a la nueva gama de productos sin gluten, la compañía ha apostado por una transformación que responde al posicionamiento de la empresa, que resume su forma de entender las golosinas con el claim "la vida es demasiado importante para tomarla en serio", un eslogan con el que ha iniciado una "reivindicación como marca inconformista y desinhibida que llama a la diversión".
En este sentido, un estudio del Rheingold Institute ha posicionado a Trolli como la firma de golosinas sinónimo de Rebeldía Cool, gracias a sus propuestas que presentan texturas, formas y sabores que invitan a que los consumidores vivan una experiencia intensa y divertida. Este análisis se ha desarrollado simultáneamente en diversos países de relevancia para la firma, como Alemania, Francia, China y España, descubriendo un segmento que ya se está explotando en otros países, como Estados Unidos, y cuyo potencial de crecimiento es "muy elevado" en el mercado europeo y asiático.
"Nuestra nueva imagen consigue mostrar a la perfección nuestra esencia, de una forma mucho más moderna y visual, lo que nos permite saltar barreras y diferenciarnos positivamente de la competencia", ha explicado Carlos Bermúdez, director general de Trolli Ibérica, quien añade que las golosinas de la marca "además de tiernas y riquísimas, son capaces de divertir y de contar historias. Eso es algo que nos hace destacar del resto y que también encontramos en las novedades que lanzamos".
Para transmitir todos estos valores de marca, la compañía presenta un nuevo logo, "más moderno e integrado totalmente en el envase de sus productos, rediseñados con sus líneas mucho más limpias, sin dejar la esencia divertida y desenfadada". Un cambio de imagen testado en diferentes mercados donde la firma tiene presencia y adaptado según los criterios y comentarios de los consumidores.
Este cambio ayuda a atraer a un público más amplio, al percibirse como productos menos infantiles y más rebeldes, al mismo tiempo que se sienten más naturales y fáciles de identificar para el consumidor, gracias al etiquetado de los envases, que indica claramente que el producto es apto para celíacos, pero también vegano, libre de colorantes artificiales, y sin lactosa.