La Asociación de Celíacos de las Islas Baleares ha impulsado en las islas un estudio científico con el objetivo de comprobar si el consumo de hasta 50 mg de gluten al día es seguro, ya que a partir de esa cantidad es cuando se presenta el daño intestinal. La idea es conocer qué ocurre con las dosis intermedias, de entre 20 y 50 mg por millón.
Esta organización balear, que ha sido distinguida en la última Gala de la Salud de esta Comunidad Autónoma por su contribución a la formación y sensibilidad de la salud a través del curso de actualización en enfermedad celíaca para profesionales médicos, está liderando un estudio científico con el objetivo de comprobar si 50 mg de gluten al día es realmente o no un porcentaje seguro.
Según ha decalrado el presidente de esta asociacion, Juan Antonio Oliva, "se considera que el consumo de hasta 50 mg de gluten al día no hace daño, porque a partir de esa cantidad es cuando se presenta el daño intestinal. Lo que queremos saber es qué ocurre con las dosis intermedias de entre 20 y 50 mg por millón, ya que si comes cosas durante el día es muy fácil que superes las cantidades máximas recomendadas y eso podría explicar la celiaquía persistente que sufren pacientes que solo comen en casa y siguen teniendo síntomas".
Oliva ha detallado en este sentido que "a la espera de lo que diga el estudio aconsejamos a nuestros asociados consumir solo genéricos como la carne, los pescados y la verdura y tener mucha prudencia con los elaborados".
El presidente de la organizacion de celíacosbalear ha explicado su propia experiencia afoirmando que «tengo 63 años y me diagnosticaron con 58 años. Toda mi vida he tenido los síntomas. He ido a urgencias en numerosas ocasiones, pensando que tenía un infarto, cuando eran gases estomacales. Tengo problemas de piel, gastrointestinales, en la vesícula y una hernia de hiato y todo se enfocaba por separado sin englobarlo en la posibilidad de la celiaquía hasta que por casualidad alguien de la asociación me dijo que eran síntomas que cuadraban con la enfermedad y le pedí al médico que me hiciera las pruebas».
Oliva ha cometado además que "la moda del sin gluten tiene un doble efecto sobre los celíacos, de una parte la alta demanda provoca que cada vez se encuentren más productos sin gluten en los supermercados, pero por otra, se corre el riesgo de lanzar un falso mensaje de seguridad". En este sentido, y en relacion con el estudio, el directivo de la asociacion ha aclarado que «legalmente está establecido que para llevar el icono de ‘producto sin gluten’ tiene que haber menos de 20 partes por millón en el producto. A veces se les saca el gluten a materias primas como el trigo, la cebada y el centeno, se hace por ejemplo con la cerveza sin gluten, pero siempre queda un resto».
Oliva ha explicado que «cuando llegas al diagnóstico y la vida sin gluten funciona es un gran descanso. Tenemos asociados que tienen problemas escolares en edad infantil, porque no se pueden concentrar bien, también un padre que ha tenido que ingresar a su bebé porque no se desarrollaba hasta que a alguien en urgencias se le ocurrió mirar si era celiaco, también tenemos un adolescente al que se le caía el pelo y un paciente de 70 años al que se le detectó porque tenía un cáncer... La enfermedad celíaca puede derivar en enfermedades muy graves».
La entidad que preside cuenta actualmente con 385 socios en Baleares, y entre ellos hay perfiles muy distintos. Esta asociación de pacientes cree que el número de diagnosticados en Baleares puede estar entorno al 20 % del total de pacientes con la enfermedad, por lo que su presidente ha concluido que «ante cualquier sospecha hay que insistir y ponerse en manos de los médicos, aunque sabemos los periplos y los tiempos que lleva».