El barrio madrileño de Lavapiés acoge una nueva edición de su popular Festival de Tapas y Música, con la participación de 92 establecimientos y sabores de 30 países. Este año, el evento refuerza su compromiso con la inclusión alimentaria, ofreciendo una amplia selección de tapas aptas para personas celíacas.
El Festival Tapapiés, que alcanza su decimoquinta edición, se ha convertido en un referente cultural y gastronómico en Madrid. Más allá de la música y la convivencia vecinal, el evento destaca por su espíritu integrador, que busca que nadie quede fuera de la experiencia culinaria. En esta ocasión, el festival ha dado un paso más al incorporar una notable representación de tapas sin gluten, pensadas para que las personas con enfermedad celíaca también puedan disfrutar del recorrido gastronómico.
La presencia de opciones seguras para celíacos en eventos populares como Tapapiés es un avance significativo. Durante años, los festivales gastronómicos han sido un territorio complicado para quienes deben mantener una dieta estricta sin gluten, debido al riesgo de contaminación cruzada y a la escasa oferta de platos certificados. Sin embargo, el trabajo conjunto de hosteleros, organizadores y asociaciones ha permitido que la conciencia sobre este tema crezca de forma constante.
Además, la integración de menús sin gluten en festivales de barrio como este no solo beneficia a las personas con enfermedad celíaca, sino que también sensibiliza al público general. La visibilidad que adquiere la celiaquía en espacios de ocio ayuda a normalizar la dieta sin gluten y a fomentar buenas prácticas en hostelería, desde la manipulación de ingredientes hasta la comunicación con el cliente.
La oferta de Tapapiés 2025 demuestra que la gastronomía inclusiva es posible sin renunciar a la creatividad. Los establecimientos participantes han trabajado para elaborar recetas seguras y sabrosas, que combinan la esencia multicultural del evento con las necesidades del colectivo celíaco. Este esfuerzo consolida al festival como un ejemplo de integración y compromiso con la diversidad alimentaria.
En definitiva, Tapapiés vuelve a ser una cita imprescindible en el calendario gastronómico madrileño, pero con un valor añadido: el de abrir sus puertas a todos los públicos, demostrando que disfrutar de la buena cocina y la convivencia es compatible con una dieta sin gluten. Un paso más hacia una hostelería más consciente, accesible y responsable.
